La importancia de Sid Watkins. " El ángel de la guarda de la fórmula uno"

Tal vez, mucha gente que recién este siguiendo la fórmula uno no percibe la importancia del profesor Sid Watkins  en la vida de la fórmula uno. Sid Watkins salvó la vida de muchos pilotos, entre ellos: Mika Hakkinnen , Martin Donelly, Rubens Barrichello, Gerhard Berger, Karl Wendlinger, Luciano Burti, el mismo Frank Williams e indirectamente muchos de ellos, por la dedicación e introducción de medidas de seguridad en la categoría,  gracias a su iniciativa y urgencia. Felipe Massa,  fue salvado por las iniciativas de Watkins, que insistió  que los cascos debían resistir  " hasta una bala" y eso le salvó la vida a Felipe,  tras  impactársele  un resorte en el casco a mas de 400 km/hora, tal velocidad, por las fuerzas en sentido contrario. 

El caso de Hakkinnen representa tal vez la destreza de Watkins.  Después del tremendo impacto de la cabeza de Hakkinnen contra el volante, su cuello sufrió tales desperfectos,  que le tuvo que aplicar una traqueteomia a pie de pista y por si esto no fuera ya exagerado, le recuperó de dos paros cardiacos ahí mismo. Hakkinnen le debe mucho. 

Accidente Hakkinnen 



Martin Donelly, durante los entrenamientos del gran premio de España tuvo un accidente  gráficamente espantoso; su auto pegó con tal fuerza en el riel, que se partió en tres partes,  dejando el cuerpo del piloto atado al asiento, justo a la mitad de la pista. La oportuna y profesional atención de Sid Watkins, le salvó la vida. 

El fin de semana negro en Imola, casi cobra la vida de Rubens Barrichello, El brasileño estaba en su primera temporada, se llevaban a cabo los entrenamientos  y al perder la curva,  el auto salió despegado como cohete por una rampa del pianito de la curva. El cuerpo de Barrichello sufrió una sacudida descomunal al impactarse a mas de 200km/hora y Sid Watkins le atendió de inmediato y con certeza. 

Gerhard Berger también fue atendido por Sid Watkins después de su horrible accidente en Imola en la fatal curva "tamburello"



El accidente de Karl Wendlinger en Mónaco fue espantoso,  muy delicado, su cerebro y cráneo sufrieron grandes daños, de no ser por la oportuna atención del doctor Watkins, otra hubiese sido la historia. 



Sir Frank Williams agradeció la atención de Watkins en su hospital, en el accidente que le dejó inválido.

Luciano Burti también fue atendido por Sid Watkins y así agradeció:

Adiós al ángel de la guarda de la fórmula uno.