Una
línea roja fue todo lo que vieron los adversarios del Ferrari de
Sebastian Vettel. No erró un centímetro el día de hoy el teutón niño
maravilla. Una brisa de alegría se sintió al ver diferentes
protagonistas en el podio. El rojo siempre es atractivo y el día de hoy
solamente fue amenizado por los azules obscuros y rayas del Red Bull de
Daniel Ricciardo, con su enorme y franca sonrisa.
Cerrando el podio, Kimi Raikkonnen regresó a su gesto serio, después de haberse mostrado sonriente todo el fin de semana.
También
el día de hoy, fueron aplazadas las ilusiones de Lewis Hamilton quien
ya acostumbrado a ocupar lo más alto del podio éste año, aspiraba
igualar el número de victorias de su ídolo Ayrton Senna. Para descartar
aún más éste fin de semana en los recuerdos de Lewis, aproximadamente a
un tercio de terminar la justa, su auto comenzó a perder poder. Al grado que el Mclaren naranja le adelantaba; probable razón para retirar el auto de la pista.
Como
es de esperar en el circuito callejero con bardas resguardándole, los errores no tienen piedad en acontecer, varios incidentes provocaron banderas amarillas y el
ingreso del safety car. El más insólito fue el caso de un distraído
transeúnte que daba la percepción que estaba distraído al riesgo al que
estaba sometiendo a pilotos y a su persona, tal vez quiso acortar
tramo utilizando como libramiento la pista, prohibidísima al pie humano.
En virtud de lo estricto y severo de las leyes en Singapur, el invasor de la pista debe estar en la cárcel.
A
pesar de las banderas amarillas y de tener en sus espejos a un rival de
la calidad y hambre como Ricciardo, Sebastian jamás puso en duda su
liderato. En su racha de positividad sin tanto bombo y platillo, con
éste triunfo, Vettel supera el número de victorias del gran Ayrton
Senna.
Nico
Rosberg y Valteri Bottas tuvieron un relajado recorrido, jamás
amenazados por nadie, conservaron desde el inicio su cuarta y quinta
posición. Detrás de ellos también sin contrariedades el ruso Daniil
Kvyat amarraba un muy buen sexto puesto.
Checo
Pérez estuvo ocupado el día de hoy: guerroso, certero y maduro desde
el inicio de la carrera saltó para contender a su coequipero, incluso
argumentando por radio que era más rápido que Hulkenberg y eso era cierto,
posteriormente lucharía con Sainz, con Grosjean, con Alonso, con Button;
finalmente contuvo a un aguerrido Max Verstappen, quien cada día mejora
a la velocidad de un astro en llamas. Checo terminó séptimo y Max
Verstappen noveno. Hulkenberg colisionó con Massa y además, fue declarado
culpable del incidente, con una penalización de tres posiciones para el
próximo GP.
Sauber, discretamente colocó a sus autos en décimo y onceavo de manera efectiva.
Maldonado, otra vez sin palabras. No tiene ni un rayito de luz con su suerte.
Duele,
lastima y es completamente ridículo observar la frustración del
esfuerzo de ambos pilotos de Mclaren. No hay palabras para la
indignación que muestran en sus rostros.
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