El gran premio de China nos dejo un muy buen sabor de boca a todos los que le seguimos.
Desde la arrancada en donde; el Red bull de Vettel no tuvo la misma respuesta que los Mclaren, situación que empezó a dotar de temperatura a la carrera, cuyas estrategias de neumáticos jugaron un rol importante; sin embargo no tanto como en Malasia, lo que permitió que los pilotos fueran los protagonistas.
El racer con la sangre a mayor temperatura, él que demuestra ese espíritu competitivo en punto de ebullición en la primera oportunidad que se vislumbra, és Lewis Hamilton, que merecidamente obtuvo el triunfo y comento esto porque el Inglés, en carrera pura, adelantó a Sebastian Vettel y a Jenson Button; ambos excampeones del mundo y punteros de la justa.
Otro extraordinario espectáculo nos los brindó Mark Webber, que después de una fatal cesión de clasificación, el Australiano largó en la lejana posición 18 y de allí, en descomunal descolgada adelanto a 15 autos entre ellos varios duros e incómodos tipos para rebasar: Checo Pérez, Kobayashi, Petrov, Schumacher, Barrichello, Alonso, Nico Rosberg y Jenson Button. Con este inventario de adelantamientos el Australiano tendrá buenas razones para celebrar.
Extraordinaria carrera en donde ganó la carrera misma, el espíritu de racers y no la política, rumores o tecnicismos.
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