Pocos circuitos que hospedan la fórmula uno dan la sensación de estar manejando en la campiña. Aire fresco, verde en todo su entorno y sobre todo, un circuito que ha mantenido el trazado sobre la topografía natural: Escalada donde la potencia del motor se pone a prueba y un muy buen tramo de bajadas donde más de un par de curvas se toman rondando los 300 km/hora; otras más circundando los 200 km/hora. Tal vez de ésta naturaleza, solo existan en la f1: Spa Francorchamps y Zeltweg.
Austria es la tierra del que fue el gran imperio de Europa, el vasto reino de los Habsburgo, hasta México llegaron sus pretensiones con Maximiliano y Carlota.
Austria es un país que siempre ha dado un especial importancia a la educación y al arte, tal vez por esa razón es territorio prolífico para grandes genios en ciencias y artes como: Jung, Sigmund Freud, Nikola Tesla, Gustav Klimt, Mozart, Haydn y muchos otros. En deportes automotor no se queda atrás, comenzando por Ferdinand Porsche creador de VW y Porsche. En pilotos, nada menos que Niki Lauda, Gerhard Berger, Jochen Rindt y el mismo Helmut Marko, quien ahora es el mandamás en Red Bull racing.
Austria no auspició la fórmula uno actual por muchos años (dese 2003) en otro circuito (A1 ring) , regresando el año pasado a Zeltweg (2014) bajo los hilos de la poderosa marca de bebidas energéticas (Red Bull) oriunda del país de los valses.
Un circuito que premiará motor y avances aerodinámicos, razón por la cual Williams Mercedes, tuvo la pole position el año pasado.
Un circuito corto (4.326 km)
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